Float

lunes, septiembre 6

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Y la morena a la que tantas veces me he tirado mentalmente está restregándose contra mí y yo hago malabares con el Knebep. Se han quedado cortos de Knebep. La tía sigue a lo suyo y tiene ganas de tragarme con el Knebep incluído. Esta es la noche y mañana será el día.

3.20. Se acaba la música. Vuelvo a las sábanas. Puta mierda.

La primera en la frente.

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Y la primera de muchas, o eso espero.

 Cada vez que me da por hacer otro de estos sé que al final voy a acabar abandonándolo. Tengo esa maldita certeza en todo lo que hago. Espíritu de perdedor o algo parecido, aunque consiga lo que me propongo dentro de esos límites que establece uno entre "Me importa" y "Me la suda". Tengo tantas malditas certezas que ahora sólo me quedan dudas.

¿ Qué me espera?  Ni idea primo. No sabes nada primo. Hace un año tenía patrañas sociales bastante formadas y hasta me las tomaba en serio, ahora estoy en el limbo del día de mañana y del pasado. No tengo la mas mínima intuición de qué voy a hacer. Me ha jodido vivo el interrogante que yo no pedí. Tantas opciones  y tan pocas ganas. Estas ganas me han generado un debate interno surrealista y venenoso de empleos a los que acudiría:

  • Cocinero de kebab sonriente. Me flipa el Kebab. Por qué no. Sería suciamente divertido:
- ¿Pollou, ternerau?

- Mixto.

- ¿ Seguro?, Esa ternera encontró el empleo antes que yo.

...

- ¿ Qué salsa?

- Roja.

- Pobre Abdul, no se merecía este final.
  • Cajero del Mercadona. Lo único por lo que me interesa el curro es por la idea de tener que relegar todas mis actividades mentales matemáticas a un bloque de números. Eso y el fútil deseo que a todos nos ronda mientras compramos ese gran amigo que es Knebep de coger el micrófono y gritar "Limpiadora, acuda a pasillo 3".
  • Conserje. Más o menos descartado. No soporto a la peña ahora como para soportarla con 20 años más. Metería imágenes obscenas entre los apuntes que me mandaran imprimir.
  • Vivir de mi cuerpo. Esta es coña definitivamente.
  •  Ser dependienta en disfunciones de una tienda de mierda. Mis caderas no me permiten conquistar a un jeque árabe que me mantenga el chiringuito.
Más o menos esa lista es la primaria, después ya se pasa a terrenos más sórdidos que tendran su momento.

A todo esto decir que mi intención es dedicarme al periodismo, o lo que se conozca como tal actualmente, o lo que quede de él...En definitiva, que te manden, elaborar mierda, vivir del cuento y ser un iluso.

La primera en el Knebep.