Holla fuck the world.

domingo, noviembre 7

0 comentarios


No pretendía dedicarle una entrada al subnormal retrógrada e hipócrita exacerbado que me parece Benedicto XVI, pero dado que su visita ha supuesto, como siempre ( otorgarle la palabra a alguien tan ignorante siempre trae consecuencias catastróficas), una muestra impactante y rídicula de unos valores anclados en el pasado y un recital paternalista que rezuma intolerancia mezclado con un olvido selectivo, me he decidido a realizar esta entrada del todo subjetiva y anticlerical.

En primer lugar, dejar claro mi postura totalmente contraria a toda vinculación del estado (¿ democrático?) con la iglesia o cualquier organización con intereses privados cuyo origen gire en torno a una doctrina religiosa concreta y que no afecta al total de la gente. Especificando, podría calificarlo como una negativa total a que, si un pensamiento no es colectivo, y emana de una doctrina dogmática, se usen fondos públicos para subvencionarlo. Repito, PÚBLICO, ese que tanto escasea para convertir barracones en aulas y ese que con una pasmosa facilidad es capaz de proporcionarle 6000 agentes de policía a un solo hombre. Ese mismo que se supone que está destinado a beneficiar a la totalidad de la población, y no a los intereses aislados de una proporción cada vez más menguante.

Dejada clara esta postura, me propongo a comentar los artículos que he ido leyendo en El País.

Comenzaré por el discurso que ha presentado en Santiago:

Sin papeles ni corsés diplomáticos, hablando muy rápido, en italiano y de forma espontánea, el Papa explicó que el "problema del secularismo y la laicidad del mundo occidental" tiene en España uno de sus epicentros. Ratzinger opinó que hay un "desencuentro", un choque, e ilustró la situación con una explicación histórica: "España siempre fue un país generador de fe", dijo, "el renacimiento del catolicismo en la época moderna se produce sobre todo gracias a España, donde figuras como San Ignacio, Santa Teresa o San Juan de la Cruz dan forma a la fisionomía del catolicismo moderno. Pero es también verdad que en España nació una laicidad, un secularismo fuerte y agresivo, como vimos en los años treinta". Y concluyó: "Esa disputa, o mejor este choque entre fe y modernidad, ambas muy vivaces, tiene lugar de nuevo hoy en España".

¿ Secularismo?, ¿ dónde?, ¿ en el estado que proporciona más de 5000 millones en subvenciones a la iglesia católica mientras las ayudas públicas cada vez son más a la baja? ¿ En el que se da como optativa oportunista religión hasta 4º de ESO? ¿ Dónde ve usted ese secularismo agresivo Sr. Benedicto? El laicismo (ojalá aquí tomara plena consciencia esa palabra), no es ningún problema. El problema son ustedes que se encargan de que la población avance hacia sus propios intereses. Está feo eso de que te quiten una parte del pastel que te ha correspondido durante tantos años por la ignorancia colectiva y el poder, pero la sociedad, como ustedes mismos recalcan, avanza, y cada vez hacia fronteras más lejanas que otorgaros una palabra que nunca debisteis tener.

Ratzinger no revelaba nada nuevo porque, como subrayó de nuevo hoy, los temas centrales de su pontificado son la "conciliación entre fe y razón"
 La razón que se intenta peregrinar desde el centro vaticano está obsoleta y adolece de sentido. Esa razón a la que tanto se arriman cuando es oportuno y de la que tanto se alejan cuando muestran su verdadera cara.

Como un mantra, el laicismo y la necesidad de devolver a Dios al centro de la existencia humana aparecían en cada esquina de su discurso.
 No hay ninguna necesidad salvo la propia que se intenta crear. Si se ha avanzado hasta esto es por una voluntad global y un deseo de separar mito de razón, y no con el motivo de desprestigiar la propia religión católica, cosa que ya se encargan con sus propios actos de mostrar.

"se centra en una realidad tan sencilla y decisiva como esta: que Dios existe y que es Él quien nos ha dado la vida. Solo Él es absoluto, amor fiel e indeclinable, meta infinita que se trasluce detrás de todos los bienes, verdades y belleza admirables de este mundo; admirables pero insuficientes para el corazón del hombre.
No voy a entrar a valorar el dogmatismo que se desprende de cada una de las palabras. Únicamente me dedicaré a repartir folletos de Stinky, un coyote invisible de fosforita al que profeso toda mi adoración.

"Los hombres no podemos vivir a oscuras sin ver la luz del sol (...) por eso es necesario que Dios vuelva a resonar gozosamente bajo los cielos de Europa; que esa palabra santa no se pronuncie jamás en vano; que no se pervierta haciéndola servir a fines que le son impropios. Es menester que se profiera santamente".
Viviamos a oscuras bajo el pensamiento simple de la explicación divina a todo, al igual que vivimos a oscuras durante siglos con una iglesia que se negaba a asumir una modernidad y una predilección por la razón inminentes.

Lo demás de este tipo es toda una retahíla de eufemismos pro-moralistas y dogmáticos con miedo a volver a mostrar su verdadera cara, así que no voy a enfrascarme a comentar cada una. Me llevaría demasiado tiempo.

No voy a pararme a comentar más la visita de este, bajo mi punto de vista, energúmeno, ni de toda la cola que ha traído. Lo único que voy a pararme a recalcar es lo mucho que me asusta que alguien así tenga una repercusión y una aceptación como la tiene, y como la indiferencia y la permisión es la mayor respuesta que se muestra ante ello, como todos sabemos, por poderoso caballero que es don dinero (tanto en poder de unos como en el gasto indiscriminado de otros para aguantarlo).

En fin, que cada uno comulgue con lo que quiera, pero por favor, no con mi pasta ni con la de todos los contribuyentes que no son feligreses. Basta ya a la NO separación del estado de la iglesia, y a esa falsa imagen de que España es un estado laico. Nadie se cree eso, y si alguien todavía lo piensa, que haga un poco de valoración crítica personal, que nunca viene mal. Me duele cada 5 céntimos (como si fuera medio, es MI DINERO) que mis padres habrán dado para que ese tipo se pasee con su cetro de 28 kilates. Si quieres ver al papa pídele cita o caché (creo que esto último sería más correcto) o te das un viajecito al Vaticano, y de paso ves su colección personal de arte y demás, todo muy austero claro.

Saludos a mis homies gays representando y refuerzo mental a esa peña del vídeo que ha puesto Blai en el que se defienden argumentando que yo también pago la sanidad de otra gente y no me molesta. Refuerzo mental y codos para comprender la diferencia mental entre público y común a todos y privado y reservado a unos cuantos.

Para que no os quejéis del tocho.